Cuento zen «la negatividad»
Soltando heridas: La negatividad
La negatividad es una actitud con la que ciertas personas se enfrentan a su día a día, viendo todo lo que les rodea de forma
negativa y atrayendo a sus vidas sucesos y personas negativas.
Hay que diferenciar entre negatividad y pesimismo, la negatividad se basa en la creencia de que todo va a salir mal, el pesimismo se basa en la creencia de que nada tiene solución, aunque si la tenga.
Todos en algún momento de nuestra vida, somos o estamos en actitud negativa, pero hay personas que son adictos a esta actitud, y ven la vida desde una actitud negativa, pensando que todo les va a salir mal, y normalmente ocurre, porque son incapaces de ver, aquellas cosas positivas que les pasa en su día a día.
Todos conocemos o nos hemos topado en algún momento de nuestra vida con una persona negativa, y cada vez que nos encontramos con esa persona, nuestra energía es invadida, y nos comenzamos a sentir peor, nuestro estado de ánimo comienza a empeorar y nos invade una sensación de querer salir de ahí, de alejarnos. De ahí que la creencia de que la negatividad se pega.
Cuando se camina con una actitud negativa, cargada de ideas que nos hacen ver el lado más oscuro, el más triste, el más doloroso, de lo que nos toca vivir, las cosas van a tener un peso abrumador y se puede convertir en un abismo sin fin. La negatividad puede tener efectos múltiples en el cuerpo, la mente, las emociones, nuestras relaciones personales y nuestra vida.
Su amor propio es escaso. Son personas que no se valoran y no se sienten valoradas. Basan su opinión en lo que los demás opinen de ellos lo que les lleva a ser inseguras y dependientes.
Normalmente para este tipo de personas, cualquier pequeñez que les pueda suceder, hacen un drama. No saben darle su justa importancia y tienden a exagerarlo todo.
Piensan que sus circunstancias actuales son malas y difíciles y no ven una salida.
Son incapaces de innovar para realizar cambios y por mucho que lo deseen siempre se ponen la excusa del «No podré» «No soy capaz»
Cuando reciben un cumplido por parte de los demás, se lo toman como una ofensa, piensan que se están riendo de ellos. Son incapaces de ver que también tienen virtudes.
Estas personas nunca te van a contar nada positivo que les haya podido pasar. Sienten una necesidad de desahogarse continuamente y hablan de sus problemas sin escuchar a los demás. Cuando lo hacen siempre comparan las situaciones, y siempre, siempre lo suyo va a ser peor.
Se centran en la parte de su vida que no les gusta, ignorando las cosas positivas que les hayan podido suceder en su día. Su percepción es que son personas muy desafortunadas y siguen atrapados en un bucle de pensamientos negativos.
Les dan mucha importancia a lo que los demás opinen de ellos. Cualquier comentario les afecta de forma angustiosa, llegando a sentirse perjudicados, e incluso amenazados.
No son conscientes del aquí y el ahora, en lugar de disfrutar de su día a día se atormentan pensando en su futuro, lo que alimenta más su negatividad.
Cuenta que los discípulos reunidos con su maestro Zen, uno de ellos , portavoz del grupo, formuló esta pregunta:
Si nuestra mente muestra su lado negativo, ¿cuál sería su origen?
Dicen que el profesor se levantó y salió de la sala por un instante, a su regreso a la sala, les mostró un lienzo blanco, que en su centro estaba manchado por un punto negro pequeño.
Entonces se dirigió a quien le había preguntado, devolviéndole otra pregunta: “Dime qué ves en este cuadro”.
Varios de los discípulos dijeron : “Vemos un punto negro en el centro del lienzo»
Inmediatamente, el maestro dejó el lienzo en la pared de la sala y levantándose, dirigiéndose a todos enunció: “Si alguien quiere conocer el origen de la mente negativa, debe darse cuenta que NO está viendo lo que predomina en el cuadro: Una enorme extensión blanca ¡Solo veis el punto negro! ”
Autor desconocido
Moraleja:
Valoramos más lo negativo por muy pequeño que sea, antes que todo lo positivo que nos rodea.
La negatividad se puede superar, cambiando nuestros pensamientos a una forma más positiva. Esto no se hace de un día para otro, y lleva un proceso. Pero puedes cambiar tu vida, si comienzas a ver todo de forma más positiva. Aquí te dejo unos consejos:
Lo primero es pararte a reflexionar desde cuando tienes esos pensamientos negativos. Puede estar relacionado con un suceso, identificarlo te ayudará a poder cambiar la actitud.
Debes ser consciente que cuando tienes una actitud negativa frente a la vida y todo lo que te rodea, es porque tu amor propio está por los suelos. Debes comenzar a conocerte, valorarte y poco a poco ir aceptándote e ir queriéndote tal y como eres.
Si quieres cambiar tu vida, hay una ley espiritual que dice como es adentro es afuera. Es decir, si tu poco a poco trabajas en tu tu inseguridad, miedos… para poder ir transformando esa negatividad en positividad, podrás ir viendo cambios más positivos en tu vida.
A lo largo del día podemos a llegar a tener 50.000 pensamientos. Normalmente no somos conscientes de ellos, pero si tenemos una actitud negativa, un método que yo siempre utilizo es con un boli y una libreta en mano, intentar ser consciente de cada uno de los pensamientos negativos y apuntarlos.
Esto te permite analizar que pensamientos negativos tienes, para poder transmutarlos.
Debes comenzar a valorar todas aquellos sucesos positivos que te pasan en tu día a día, centrándote en ellos para que esto te ayude a ir viendo todo de forma más positiva. Podrás ir cambiando tu energía de negatividad a energía de posibilidad, desde tu interior.
La opinión de los demás no es importante, unos pensarán una cosa sobre ti, y otros otra diferente.
La única opinión importante es la que tu tengas de ti mismo,
La meditación es la mejor herramienta para autoconocerte y ser consciente de todo lo que hay en tu interior.
La meditación, te ayuda a cambiar actitudes, aumentar el amor hacia ti y hacia los demás, disminuye la negatividad…
“Ni tus peores enemigos pueden hacerte tanto daño como tus propios pensamientos”.
Buda
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