Cuento zen «la negatividad»
Soltando heridas: La dependencia emocional
La dependencia emocional es un estado que se manifiesta con las relaciones de amistad, familiares y sobre todo con las relaciones de pareja.
En estas relaciones se priorizan a los demás antes que a ellos mismos, dando el poder a la otra persona para que sea el centro de tu vida, girando ésta alrededor de esta persona.
Probablemente conozcas a una persona con dependencia emocional, ya que es fácil identificarlas cuando las oyes hablar de la otra persona, afirman: «no puedo vivir si esta persona» » si no está a mi lado yo me muero»….
Las personas que son dependientes emocionales, se dejan guiar por la otra persona y suelen alejarse se su círculo de amigos, familiar…
Normalmente las causas de la dependencia emocional se remiten a la infancia que es cuando se desarrolla las habilidades de independencia y autonomía.
La persona que es dependiente emocional siente que sin esa persona no puede vivir, y aún haciéndose daño a sí mism@ siguen con esa relación por miedo a perderla. Como decía anteriormente las causas se durante la infancia y en la adolescencia que es cuando se desarrolla la autoestima. Veamos algunas de las causas:
Se desvalorizan continuamente. Se muestran muy críticos consigo mismos y con su forma de ser. Se sienten inferiores y culpables, hasta el punto de sentirse culpables por el menosprecio que puedan recibir por parte de otras personas. Debido a la sumisión que ejercen su autoestima se va minando.
La persona dependiente no imagina que la relación pueda terminar. El dependiente no consigue disfrutar ni ser feliz si no es a través de la otra persona. No se imagina su vida sin él o sin ella y hará todo lo que esté a su alcance para mantener la relación.
Las personas dependientes no conciben la idea de vivir solas. La soledad para ell@s no tiene cabida en su vida. Prefieren sufrir antes que dejar a la persona con la que mantiene la relación.
La persona dependiente idealiza a la otra persona de tal manera que no es capaz de ver nada negativo en él o en ella. El dependiente asume que la otra persona es el ser más maravilloso que ha conocido jamás, es ideal, no comete errores. Sobrevalora las cualidades de su pareja e infravalora las suyas propias.
Por miedo a perder a la otra persona, la persona dependiente hará todo lo que la otra persona quiera. Será feliz si la otra persona le muestra agrado y satisfacción, ya que solo les importa el bienestar de ésta.
Si ésta no está feliz, sentirán culpabilidad y malestar. El proceso de subordinación se convierte en un círculo vicioso: la dependencia emocional provoca relaciones de pareja desequilibradas en las que se sufre mucho, y eso hace que el autoestima del dependiente se vaya minando, pero aunque se estén consumiendo prefieren ese tipo de relación a quedarse solos.
Es su única herramienta. Necesitan sentirse protegidos, y es el instrumento de manipulación que tienen más a mano. Suelen adoptar el papel de víctima.
Necesita aprobación de la otra persona para la toma de cualquier decisión, incluso hasta en la forma de comportarse. Antepone el deseo de la otra persona al suyo. Su alegría y felicidad depende de la otra persona.
Para la persona dependiente la otra persona es el centro de su vida. Se van alejando de su círculo de amistades e incluso de su entorno familiar ya que prefiere pasar su tiempo con la otra persona a pasarlo con amigos, familia, etc.
Tienen una idea del amor desproporcionada, un amor romántico, donde se debe hacer todo aquello que la pareja quiera con tal de no discutir. La idea del amor que tiene una persona con dependencia es la idea de que la «media naranja» o «alma gemela» es decir, que su idea es que es un ser incompleto y necesita a otra persona para alcanzar la felicidad.
Las personas con dependencia emocional, sienten una necesidad extrema de afecto, es decir están pidiendo cada poco tiempo cariño, mimos, etc. Sienten la necesidad de estar cada vez más cerca de la otra persona y con más intensidad.
Las personas dependientes emocionalmente se vuelven posesivos y controladores. Su objetivo en sí no es el de controlar la vida de otra persona, sino mas bien evitarse sufrimiento.
Suelen creer que si mantienen bajo la mira al ser amado, esto impedirá que lo pierdan. El temor a ser abandonados o traicionados, los lleva a un afán de dominio que precisamente puede derivar en ruptura.
“Cuenta una vieja leyenda de los indios Sioux, que una vez llegaron hasta la tienda del consejero de la tribu, tomados de la mano, Toro Bravo, el más valiente y honorable de los jóvenes guerreros, y Nube Azul, la hija del cacique y una de las más hermosas mujeres de la tribu….
-Nos amamos…- empezó el joven
-Y nos vamos a casar…- dijo ella.
-Y nos queremos tanto que tenemos miedo, queremos un hechizo, un conjuro, o un talismán, algo que nos garantice que podremos estar siempre juntos, que nos asegure que estaremos uno al lado del otro hasta que la muerte nos separe.
-Por favor- repitieron – ¿hay algo que podamos hacer?
El viejo los miró y se emocionó al verlos tan jóvenes, tan enamorados y tan anhelantes esperando su palabra.
-Hay algo -dijo el viejo- pero no sé…es una tarea muy difícil y sacrificada.
-Nube Azul -dijo el brujo- ¿ves el monte al norte de nuestra aldea? Deberás escalarlo sola y sin más armas que una red y tus manos, deberás cazar el halcón más hermoso y vigoroso del monte, si lo atrapas, deberás traerlo aquí con vida el tercer día después de luna llena ¿comprendiste?
-Y tú, Toro Bravo -siguió el brujo- deberás escalar la montaña del trueno, cuando llegues a la cima, encontrarás la más brava de todas las águilas, y solamente con tus manos y una red, deberás atraparla sin heridas y traerla ante mí, viva, el mismo día en que vendrá Nube Azul. Salgan ahora!
Los jóvenes se abrazaron con ternura y luego partieron a cumplir la misión encomendada, ella hacia el norte y él hacia el sur.
El día establecido, frente a la tienda del brujo, los dos jóvenes esperaban con las bolsas que contenían las aves solicitadas. El viejo les pidió que con mucho cuidado las sacaran de las bolsas, eran verdaderamente hermosos ejemplares…
-Y ahora qué haremos…-preguntó el joven- ¿los mataremos y beberemos el honor de su sangre?
-No – dijo el viejo.
-¿Los cocinaremos y comeremos el valor en su carne?- propuso la joven.
-No -repitió el viejo. -Harán lo que les digo: tomen las aves y átenlas entre sí por las patas con estas tiras de cuero, cuando las hayan anudado, suéltenlas y que vuelen libres.
El guerrero y la joven hicieron lo que se les pedía y soltaron los pájaros, el águila y el halcón intentaron levantar vuelo pero sólo consiguieron revolcarse por el piso. Unos minutos después, irritadas por la incapacidad, las aves arremetieron a picotazos entre sí hasta lastimarse.
Este es el conjuro:
-Jamás olviden lo que han visto, son ustedes como un águila y un halcón, si se atan el uno al otro, aunque lo hagan por amor, no sólo vivirán arrastrándose, sino que, además, tarde o temprano, empezarán a lastimarse el uno al otro. Si quieren que el amor entre ustedes perdure:
“Vuelen juntos…pero jamás atados”.
La dependencia emocional se puede superar, no es fácil y puedes sufrir altibajos. Puedes cambiar tu vida, si comienzas a verte desde el amor a ti mismo y trabajas en ti. Aquí te dejo unos consejos:
Lo primero para poder buscar soluciones es reconocer que tienes dependencia emocional. Es el paso más importante para poder aceptarlo y dejar de ser víctima de las circunstancias.
Debes ser consciente que cuando tienes una actitud negativa frente a la vida y todo lo que te rodea, es porque tu amor propio está por los suelos. Debes comenzar a conocerte, valorarte y poco a poco ir aceptándote e ir queriéndote tal y como eres.
Si quieres cambiar tu vida, hay una ley espiritual que dice como es adentro es afuera. Es decir, si tu poco a poco trabajas en tu tu inseguridad, miedos… para poder ir transformando esa negatividad en positividad, podrás ir viendo cambios más positivos en tu vida.
Aprende a poner límites en tu vida. Aprender a decir NO sin sentir malestar o sentirse culpable es fundamental para tu equilibrio y desarrollo personal y tu salud mental. Es imprescindible aprender a decir NO, ya que no puedes agradar a todo el mundo ni hacer todo lo que otras personas te pidan. El realizar todo aquello que otras personas deseen te puede llegar a causar estrés, ansiedad…
Ser asertivo significa decir en cada momento lo que uno piensa siempre desde la educación y el respeto. Ser asertiv@ te ayudará a mantener tu equilibrio emocional y a sentir bienestar.
Conecta contigo mismo. Permítete tener momentos de soledad en los que puedas interiorizar. Coge papel y boli y anota todas las cosas que has hecho para alguien y que sentimiento te causan o te han causado.
Ser consciente de aquellos sentimientos que te han perjudicado te ayudarán a poder sanar emocionalmente.
Revisa tus creencias sobre las relaciones de amor, si tu caso es que piensas que eres un ser incompleto sin «la media naranja» te estás limitando a no disfrutar de una verdadera relación constructiva y equilibrada.
Vive el presente y deja atrás el pasado, quédate con la experiencia y el aprendizaje que te ha aportado. Esto te ayudará a ver con más claridad realmente que es lo que quieres en tu vida para seguir avanzando.
Comienza a pensar en ti, tú eres la persona más importante en tu vida. Céntrate en lo que quieres para ti, realiza cosas que te aporten alegría o felicidad. Debes luchar para alcanzar tus propias metas y seguir creciendo como persona.
Nadie va a vivir tu vida por ti. Aquello que tú no decidas, no hagas, son experiencias que no te estás permitiendo experimentar. Todas las experiencias te aportan sabiduría. Crea tu propia historia a través de tus propias decisiones.
La meditación es una herramienta clave que te ayuda a conocerte realmente como eres, te ayuda a sanar aquellas emociones que te dañan, y te ayuda a conectar con tu ser.
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